13 noviembre, 2015
Pensando en el colegio
La Diputación Foral, encargada en mi provincia de todo lo relacionado con adopción, no ha organizado, ni hecho nada de nada ni por los niños, ni por los padres hasta ahora. Este mes ha organizado dos charlas (no por propia iniciativa, sino por la iniciativa de Ume Alaia). A la primera conferencia no puede asistir porque trabajaba. Sin embargo, puedo ir mañana sábado a la segunda conferencia. Conferencia que va a girar sobre el tema : escuela y adopción.
Pensando en esto me he puesto a hacer una lista rápida sobre lo que haría en estos momentos si pudiera volver al principio, teniendo en cuenta que mi hija llegó con tres años y empezó en primero de infantil a los pocos meses de llegar.
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Kai Di Chen
Primer año entero en casa, ni pisar la escuela… objetivos: vinculación, aprender el nuevo idioma, más vinculación tanto de mi hija hacia nosotros, como nosotros hacia ella..
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Segundo año colegio solo por las mañanas si todo va bien.
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Tercero de infantil: mañana y luego tarde, valorando siempre el proceso de integración
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Ni caso a las presiones del colegio que te venden infantil como si fuera el paraíso terrenal y te amenazan con las penas del infierno, porque un niño de tres años recién llegado de la otra punta del planeta, que ha perdido idioma, nombre y … todo tipo referencia no vaya algunas tardes al colegio.
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Empezamos con primaria: Prepararse para la persistencia del sistema educativo que vuelve a usar todo tipo de argumentos psicopedagógicos, amenazas, chantajes para que no te descarríes y seas un buen padre, presionando a tu hijo para que sea como debe de ser un niño de seis años. Y punto final. Todo lo demás es sobreprotección y tonterias de padres.
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No permitir a ningún tutor que hable mal de mi hija durante más de treinta segundos. Cortar por lo sano, porque somos incondicionales de mi hija… siempre, ante quien sea y donde sea. Si el tutor carece de la empatía o de los conocimientos necesarios para entender a un niño adoptado, lo tiene que saber y corregir la forma con que ve al niño y tratarlo como necesita y se merece. Se le puede ofrecer todo tipo de material o de información o lo que se necesite. Pero no permitir juicios, opiniones nacidos desde el desconocimiento. No hay que olvidar que el efecto pigmalión también funciona al revés. Si el tutor malinterpreta al niño su opinión negativa sobre él le afectará y mucho.
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Negociar con el colegio el tema deberes, el tiempo para los exámenes y todo lo que sea negociable incluido adaptaciones curriculares si son necesarias tras el estudio del niño.
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Lo prioritario siempre es que mi hijo se sienta bien aprendiendo, que no pierda la curiosidad, las ganas de saber, y tener muy presente que la emoción está en la base del aprendizaje.
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De lo anterior viene esto: Ajustar y reajustar mis propias expectativas ante el aprendizaje de mi hijo. Ni chillos, ni regañinas. Apoyo incondicional, comprensión, firmeza y trabajar hábitos y rutinas. Por supuesto, valorar desde mis tripas el esfuerzo que hace mi hija, sus logros y progresos sean los que sean. Esto no es cosas sencilla, lo sé. Además, a veces nuestros hijos lo ponen dificil.
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Kai Di Chen
Soy madre ante todo, no maestra de apoyo y mi familia no es una continuación del colegio. Así que el colegio no va a crear una sucursal en mi casa. Nunca olvidar que mi hijo es mucho mas que un estudiante.
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Inadmisible que se insulte a mi hija en el patio, en el pasillo, en donde sea por ser de otra etnia o por ser adoptada. Igual de inadmisible es el que utilicen : «cosas de niños»
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Y por ello y por otras cosas que no tengo ganas de escribir: ¡Cuidado con los grupos de padres-madres y sus comentarios y charletas de patio sobre sus maravillosos y superlistos hijos y, sus contrarios los niños conflictivos!… esos, los conflictivos son siempre los otros, cuando los suyos insultan, persiguen, ridiculizan y acosan son cosas de niños, no es para tanto, «es que ese niño es raro, rarillo ya sabes».
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Hacer partícipe del proceso de integración y educativo de mi hija al equipo pedagógico del colegio (si lo hubiera) y pedir ayuda si lo veo necesario. Y me refiero a ayuda oficialmente.
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El colegio no es un enemigo (aunque lo parezca y se comporte como tal en muchas ocasiones) hemos de ser aliados.
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Cambiar del colegio si lo vemos necesario, no estamos unidos por ninguna promesa de fidelidad.
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Valorar y sopesar las extraescolares siempre. No vale engañarse con el «se lo pasa muy bien, hace amigos, es divertido»… y todas esas cosas que decimos los padres para autoengañarnos. Si hace extraescolareses es porque no tengo otro remedio o porque quiero que mi hijo sea lo más de lo más, o porque siempre quise saber patinar y no pude, o por lo que sea… sinceridad, siempre ser sincera conmigo misma.
No he acabado, otro día sigo la lista y si a alguien se le ocurre alguna cosa no tiene más que ponerla en comentarios y la añado.
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Amén
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Comentarios por madredemarte — 13 noviembre, 2015 @ 17:01
Me parece muy bien.
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Comentarios por martín — 13 noviembre, 2015 @ 20:33
Magnífica reflexión. Hoy la pequeña vino con deberes de Lengua. (1º de Primaria, 6 años) debí poner en orden palabras que estaban cortadas en sílabas desordenadas. Están trabajando la «c y z» ¿cómo va a ordenar la palabra «conceptual y/o cecina» si desconoce su significado? así que ayuda, cariño y «paciencia», las dos con «c».
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Comentarios por tinteroypincel — 13 noviembre, 2015 @ 21:25
Perdón, «debía», este corrector que corrige lo que no sabe….
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Comentarios por tinteroypincel — 13 noviembre, 2015 @ 21:26
Estoy totalmente de acuerdo con la lista! En cuando sea mama, espero que no demore mucho, hemos pactado con mi marido algún plan parecido. Adoptarse, cambiar expectativas, darle y darse tiempo, bajar presión..
Tengo un dilema adicional, y me gustaría saber su opinión: soy francesa, mi marido italiano y vivimos en Cataluña.. Quisiéramos hablarle en nuestra idioma del corazón, pero no sería demasiado para el/ella?
Gracias por la lista!
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Comentarios por looking4ourchild — 15 noviembre, 2015 @ 17:52
Lo primero es desearos que tengáis a vuestro hijo muy muy pronto con vosotros y que vuestro hijo esté el menos tiempo posible en la institución que lo acoja.
Tu pregunta para mi es vital. ¡Ojala hubiera sabido lo que se ahora cuando llegó mi hija¡ . Es uno de los temas que se trató en la conferencia, la pena es que no nos dieron material y no recuerdo bien todos los datos que se manejaron.
No se de donde será tu hijo, ni qué edad tendrá. Dos factores importantes para responder la pregunta que planteas.
Se habló de la importancia de la adquisición del lenguaje. Y se entiende por adquisición de la lengua, no solo su uso a nivel comunicativo, sino a nivel más profundo en la construcción del pensamiento abstracto y la capacidad de aprendizaje. Por ejemplo mi hija con la edad que vino, necesitará de 7 a 10 años para dominar el español a ese nivel.
Esto lo desconocía en aquel momento, y la ignorancia, sumada al hecho de que aquí, donde vivo, el idioma de aprendizaje en el euskara (que solo lo usa en el colegio y tan solo en el aula), y que el modelo de enseñanza en es trilingüe a puesto a mi hija en una situación difícil, injusta y compleja de solucionar. Pienso que si hubiéramos escolarizado a mi hija en un solo idioma, sus dificultades hubieran sido mínimas.
No se cual es tu idioma del corazón, ni los años que tendrá tu hijo, pero mi consejo es que antes de elegir qué hacer os asesoréis bien, e investiguéis.
hay una guia que me gusta mucho. http://iass.aragon.es/adjuntos/menores/GuiaIntervencionEducativa.pdf
Un abrazo
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Comentarios por cuadernoderetazos — 16 noviembre, 2015 @ 10:19
Muchas gracias por la guía! La voy a estudiar 🙂
Mi hijo vendrá de Polonia, y tendrá entre 1 y 3 años 11 meses. Mi idioma del corazón es el francés, y de mi marido el italiano. El plan familiar es estar un año en casa con el, con adaptación progresiva a la escuela. Hemos eliminado las opciones de escuelas francesas por ser muy exigente con los niños.. Y las otras son en catalán. No tengo ningún problema en expresarme en castellano (aunque con un acento muy fuerte) pero estoy muy perdida con el tema. Mucha gente me da opiniones diferentes y me confunde.. A ver si esta guía me aclara un poco.. Gracias por haberme escuchado,
Un abrazo,
Anne
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Comentarios por looking4ourchild — 16 noviembre, 2015 @ 11:03
Los niños cuyos padres les hablan en un idioma que no es el suyo para facilitarles las cosas, suelen tener más problemas para el aprendizaje tanto de su propio idioma como de otros… creo que no debéis dudar en hablarle en vuestra lengua materna. Otra cosa es que podáis plantearos no escolarizarlo en una tercera lengua, retrasar la escolarización, o alguna otra opción similar…
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Comentarios por madredemarte — 16 noviembre, 2015 @ 15:26
Hay que tener en cuenta que Pierde su lenguaje materno de origen y lo sustituye por el de los padres adoptivos. Necesita una nueva lengua materna, pero una sola. tanto para uso comunicativo como para aprendizaje.
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Comentarios por cuadernoderetazos — 16 noviembre, 2015 @ 15:49
Yo creo que una cosa esencial es tener muy claro que vuestro/a hija/o necessitará como mínimo de 4 a 5 años para asumir plenamente su nueva lengua. Y su nueva lengua no tiene porqué ser única. Hay muchos niños que aprenden 2 o 3 lenguas de manera más o menos simultánea (y con sus más y sus menos). La diferencia con nuestros hijos es que empiezan más tarde (a los 2, 3, 4 años o más tarde) y tienen que substituir la que ya estaban en camino de hablar, o la que ya hablaban. Y como son supervivientes natos, además de niños (lo que quiere decir que se adaptan mucho mejor que los adultos), parece como si aprendieran muy rápido. Es decir que al año, o antes, la gente ya creo que dominan «la lengua de aquí.» Lo que dominan en realidad es lo imprescindible para sobrevivir; tanto que parecen transparentes de lo miméticos que son. Yo lo veía con mi hija. Llegó con 4 años. Cuando hacía primero (es decir cuando llevaba aquí 2 años) su profesora no solamente no era consciente de que mi hija no la entendía cuando se dirigía al grupo, sinó que no se lo creía cuando yo se lo decía……. I tantas podría añadir… És decir, los padres tenemos que ser conscientes de que necesitan como mínimo de 4 a 5 años. Yo noté un gran cambió cuando hacía unos 4 años que había llegado. Eso no quiere decir que debamos superprotegerlos pq no entienden. Sólo ser conscientes del tema para apoyarlos tanto como podamos. Y pensar que no sólo tienen que entender; también tienen que expresarse. Cuando mi hija tenía 6 años yo a veces alucinaba en el parque con el dominio del lenguaje que tenian los niños de 3 y 4 años. Pero todo esto no tiene pq limitar la adquisición de lenguas. A no ser que el/la menor tenga algún problema relacionado con el lenguaje.
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Comentarios por Lola — 16 noviembre, 2015 @ 17:18
En este momento lo tengo claro: un idioma para todo, en casa y en el colegio. Y tiempo tiene la vida para in aprendiendo más idiomas.
El problema es que en algunas comunidades eso es imposible del todo. Por ejemplo en mi ciudad: modelo todo castellano en primaria son prácticamente inexistentes. Así que lo tengo claro: el sistema educativo en mi ciudad ha ayudado a multiplicar por n las dificultades normales de un niño adoptado. Y seguimos sin poder escapar de ahí.
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Comentarios por cuadernoderetazos — 17 noviembre, 2015 @ 12:31
Si pudiera escoger (no siempre es fácil) yo intentaría evitar esos colegios (y más tarde institutos) que «preparan muy bien» a los estudiantes; que dan «muy buen nivel.» El motivo es que a veces son muy exigentes, desde el punto de vista académico, con los estudiantes; no se fijan en ellos como individuos (de hecho niño/as) cada uno con su propia historia e idiosincrasia. Además, a veces otros padres de esos colegios piden esa exigencia; de hecho por eso los llevan allí. No quiero decir que ser exigente sea malo (especialmente si eso es lo que quieres para u hijo); sólo que nuestros hijos tienen muchos otros frentes que atender precisamente pq no estuvieron todo lo protegidos que debían en sus primeros meses o años y, por tanto tienen otras prioridades. Es preferible ir asentando todas las bases bien.
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Comentarios por Lola — 17 noviembre, 2015 @ 10:56
Así lo veo yo también. Nuestros hijos tienen , como bien dices, muchos frentes abiertos. Como nos decía la conferenciante que trabaja y conoce todos los centros de su ciudad: los centros educativos son mucho más rígidos de lo que parecen y de lo que ellos mismos creen. Cuando le preguntan que centro elegir su respuesta es siempre la misma: Has centros que tienen un aire menos rígido, pero ese centro está formado por profesores, y ahi puede haber de todo. Puede ser el centro más liberal y que te toque el tutor menos empático, implicado o interesado en su trabajo. Y al revés.
Así que estamos en manos de la pura suerte. (esta frase final es mía)
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Comentarios por cuadernoderetazos — 17 noviembre, 2015 @ 12:26
Cómo me pone leer los comentarios de una madre que defiende con uñas y dientes la estabilidad emocional de su camada… Me gusta. Me gusta mucho.
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Comentarios por Antton Zabala — 17 noviembre, 2015 @ 12:32