Primer día del curso. Canela cambia de ciclo. Le sugiero que se ponga una ropa que le haga sentirse bien, cómoda y segura. Hoy elijo vestirme de confianza y de ilusión e invito a Canela a subirse nuestros increíbles tacones de determinación y de pisar bien fuerte. Aun así, acudiré a mi madre y a su fe religiosa para pedirle que encienda una vela por su nieta. Pensándolo bien quizás vaya yo misma a encender una vela por Canela y por todos los niños que hoy empiezan curso y sienten recelo y cierto temor. Mi petición al universo es sencilla unos buenos compañeros y un tutor “sabio”… o empático… o simpático… o implicado… o tranquilo… o ¿todo junto?. Lo demás ya lo pondrán ellos.
Está nublado, la temperatura es ideal y nos acompaña un txirimiri delicioso. Así que preferimos mojarnos y dejamos los paraguas en casa. Nos espera un bonito día.
Empieza el curso. Un abrazo para todos y mis mejores deseos.
P.D. Olvido imperdonable por mi parte. Deseo un buen curso a todos los docentes: sean empáticos, simpáticos, implicados, tranquilos… o no.