Creo que los cuentos son poderosas herramientas, creo en su valor educativo, terapéutico, en su capacidad de acercarnos a nuestros hijos. Los cuentos abren puertas hacia conversaciones o temas difíciles… complejos (las emociones, la muerte, el divorcio, la sexualidad…).
Los cuentos son ladrillos para construir puentes… puentes que tendemos hacia nuestros hijos para decirles : ¡sobre ese tema en esta familia se habla… aquí estamos… abiertos a tu deseo de saber o comprender».
Mi hija tenía tres años, cuando fuimos a por ella a China. No era un bebé. Era una niñita con su vida propia, que hablaba chino, con una personalidad definida… que desconocíamos.
Ordenando cuentos
Ignorábamos cómo la íbamos a encontrar… en qué condiciones físicas… cognoscitivas… emocionales… Una bebota a la que había que acercarse y tranquilizar… con la que buscar vías de comunicación… con la que crear un ambiente mínimo de confianza…
La abducción de nuestra hija hiciésemos lo que hiciésemos iba a ser compleja.
Así que buscamos recursos para estos primeros momentos: unos pocos juguetes, unos cuantos dulces y algunos libros que me permitieran atraer su atención… acercarme a ella… divertirla, intrigarla… comunicarnos en cosas básicas… poder hacerle entender lo que iba a vivir en aquellos primeros días…
Y funcionó. Los cuentos fueron un elemento más, a nuestro favor, en aquellos primeros e inquietantes tiempos. Cuando quería algo y no le entendíamos corría hacia alguno de los cuentos… lo buscaba y lo señalaba. Compramos cuentos en chino y fue muy divertido señalar los distintos objetos. Ella lo decía en chino y nosotros en español.
Una vez en casa, pasados aquellos primeros meses tan ásperos desconcertantes… emocionantes, descubrí lo consciente que era de la diferencia étnica… entre ella y nosotros, sus padres. No entendía la diferencia.. quería se como nosotros.
Nuevos conceptos se añadieron a nuestra cotidianidad… me hablaban de identidad étnica. Pensé que traer China a nuestra casa podría ser positivo.
Empecé a buscar libros relacionados con la cultura China: costumbres… paisajes… trajes y comidas… leyendas y cuentos… Acercarnos a su pais de origen a través de los cuentos… era una manera hermosa, sencilla y directa de hacerlo.
El León Tolerante es un cuento sin terminar. Cada niño de clase debe de escribir e ilustrar su final. Con esta actividad en clase de Flor de Canela se ha trabajado el tema de la tolerancia.
Busqué,… y conseguí reunir una pequeña colección de preciosos álbumes ilustrados. La estantería se llenó de inventos chinos, dragones, princesas y emperadores, fideos y palillos, vestidos, farolillos… Luego, más tarde, inicié este blog y seguí buscando senderos hacia el país de Flor de Canela.
Flor de Canela los miraba distante. La tenía aburrida con el tema. No les hacía caso… los libros de China eran los libros de mama…. Si… pero… ¡NO¡… ¡Cual no fue mi sorpresa cuando veo que si venía alguien a casa iba derecha a la estantería… elegía un libro para enseñárselo… bien orgullosa… bien feliz…!
Espero que esta pasión mía por la ilustración… por la pintura china logre trasmitirle todo el respeto y admiración que siento por su país de nacimiento.
Los libros, también, nos permiten acercarnos a su origen… al hecho mismo de la adopción… Este tema se lo dejo a Ana Berastegui y Blanca Gómez.
Nos dicen en su libro “Esta es tu historia”,en el capítulo Herramientas psicosociales para apoyar una comunicación efectiva en torno a los orígenes
Contar a los niños el significado de la adopción a través de un relato ya constituido que narra una adopción en tercera persona es una herramienta muy utilizada, porque abre la comunicación sobre cuestiones adoptivas sin la carga afectiva que implica hacerlo en primera persona. Usar estas narraciones permite al niño preguntar sobre asuntos con los que luego el menor podrá construir la propia historia.
Existen en la actualidad en el mercado multitud de cuentos que pueden ayudar a la familia a tener un lenguaje cotidiano acerca de la adopción t a habituase a hablar de la adopción en un ambiente de tranquilidad y comunicación afectiva. La lectura de cuentos, muy frecuentemente en el momento de irse a acostar, crea este clima de intimidad que ayuda a la transmisión de información y de emociones con respecto a los temas de los que se trata.
También la familia puede construir su propio cuento, añadiendo progresivamente datos sobre la historia, para que el niño pueda ir familiarizándose con ellos.