La pintura mural románica me gusta. Y en muchos casos me emociona y siempre me ayuda abstraerme y a concentrarme en mi misma.
Pantocrátor de San Clemente de Tahull
Me gusta porque se integra con la arquitectura cubriendo muros, paredes, bóbedas, absides y parece envolverte.
Es una pintura plana, bidimensional, sin perspectiva. Me gustan sus figuras alargadas y estilizadas, frontales, hieráticas, envueltas en sus túnicas de telas rígidas y llenas de color, con sus ojos y manos enormes y desproporcionadas que despiertan de forma mágica la espiritualidad.
Los colores empleados son intensos, brillantes, puros (rojo, amarillo, naranja y azul) y se disponen en franjas contiguas de colores muy contrastadas entre sí.
Es una pintura misteriosa, cuajada de símbolos y significados ya perdidos y olvidados para nosotros los habitantes del siglo XXI
Entre todos los temas dela pintura románica elijo hoy el Pantocrator, una de las primeras imágenes de Cristo desarrollado en la Iglesia Cristiana y que sigue siendo un icono central de la Iglesia Ortodoxa Oriental .
El origen hay que buscarlo en la mitología, donde pantocratos era un sobrenombre de Júpiter, padre de los dioses y de los hombres.
Basilica de Saint Julien
Posteriormente el cristianismo lo asimila y pasa a representar a Cristo en Majestad bendiciendo con una mano y portando en la otra un libro sagrado o la bola del mundo, metido dentro de la mandorla o almendra mística y rodeado del tetramorfos (representación de los cuatro evangelistas con sus símbolos, que aparecen en el Apocalipsis :el león de San Marcos, el águila de San Juan, el toro de San Lucas y el ángel de San Mateo). La figura de Cristo se representa como un hombre maduro, con barba y pelo largo que sustituye al joven y sin barba que encontramos en representaciones de otros siglos.
Durante los siglos XI y XII se eligió para adornar el ábside de los santuarios.
Celebra la llegada y el triunfo del hijo de Dios, del reino de los cielos. Cristo reina en su iglesia, rodeado por los cuatro evangelistas, asistido por los doce apóstoles, y con frecuencia, de acuerdo con el relato del Apocalipsis, por veinticuatro ancianos. Esta visión es de deslumbramiento, ya que cristo es la luz del mundo.
La gloria que le rodea, es como el disco solar, y es también el símbolo del universo. La cabeza, los pies y las manos del Señor son cinco extremidades que forman una especie de estrella de cinco puntas, símbolo de la humanidad, que tocan la mandorla, o incluso lo superan, lo que sugiere la idea de que Cristo trasciende la dimensión humana para alcanzar lo divino.
Capilla de Moines, en Berze.la.Ville
(Hay libros con maravillosas fotografías del arte románico. Sin embargo en la red no he sabido encontrar buenas reproducciones. Lo siento. Si alguien tiene buenas fotografías y las quiere compartir me puede avisar. Saludos)
Para más información podéis ver Arte Creha
Saint-Lizier